lunes, 18 de septiembre de 2017

Cumplimos 1 mes

En este post quiero hacer un balance de nuestro primer mes en EEUU, realmente ha pasado rápido, pero me da la sensación de llevar aquí mas tiempo porque si me paro a pensar en todo lo que hemos hecho, a todos los sitios nuevos que hemos visto en solo un mes, es como si lleváramos mas meses.
Poco a poco te vas haciendo a esta nueva vida; de madrugar, de conducir en grandes carreteras y en coche automático (a eso me he adaptado muy bien jejeje), de no entender la mitad de los carteles, de no ver a gente andando, de comprar en supermercados enormes y no encontrar nada parecido a lo que tu buscas, de las proporciones de los productos (en España compras 1 litro de leche aquí es 1 galón (3,75 litros) de leche), de pensar en dolares y no en euros, de pagar todo en la tarjeta (hasta un botellita de agua en una máquina), de ir a un restaurante y pedir sin saber lo que estas pidiendo, de las propinas obligatorias, de hablar bajito, de los horarios de las comidas (llevamos un descontrol...), la temperatura tampoco es igual cambia grados Farenheit en vez de los centígrados, incluso ni escribir la fecha del calendario lo hacen igual, aquí es mes/día/año.
Aunque parecen muchas cosas de golpe, te vas acostumbrando e incluso algunas te gustan. Entre semana ya tienes una rutina por los coles de los niños y el trabajo de J, el fin de semana intentamos aprovecharlo al máximo y visitar lugares. Aquí hay infinitos sitios para ver y mucha naturaleza, nada que ver con lo que imaginábamos desde España; una Texas desértica y sin nada. Estoy haciendo otro post de todos esos lugares que hemos visto con algunas fotos.
Y saco cosas buenas de este mes, creo que hemos crecido como familia, pasando tanto tiempo juntos y solo tenernos a nosotros mismos, nos ha hecho conocernos mas, con nuestras virtudes y nuestros defectos. Nos estamos enfrentado a nuevos retos todos los días, descubrimos facetas nuestras que no conocíamos, aprendemos, evolucionamos y sobre todo añoramos... y creamos recuerdos.
 Cualquier pequeñez basta para que, de repente, te inunde la añoranza. Echas de menos detalles que nunca imaginaste , y darías lo que fuera para poder transporte aquel lugar, en un instante. Las comidas del fin de semana con la familia, los cafés de los sábados con mis amigas, el entreno del martes, los almuerzos después de dejar a los niños, mi óptica, mi passeig, mi casa, mi castillo...
El hogar son los recuerdos, las conversaciones en la distancia con familia y amigos, un puñado de fotografías. Home is where the heart is.



5 comentarios:

  1. Aqui tambien añoramos. Se nota el vacio.

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  2. Sonia que crecimiento personal más grande os va a reportar este cambio de vida. Disfruten a diario

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  3. mi óptica, mi passeig, mi casa, mi castillo... Sonia,no te me pongas tristona...la casa ya te la vigilo yo cuando voy al poli...je je je

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  4. me encanta el balance tan positivo , adelante familia

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  5. No patiu per la casa q està ben vigilada... Força!

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