Nuestro viaje al estado a California nos ha sorprendido
gratamente, teníamos muchas ganas de visitar esa zona de EEUU que tanto hemos
visto por televisión y no nos ha defraudado. Un viaje de acantilados salvajes, árboles gigantes, ciudades
variopintas, playas para todos los gustos y parques nacionales inmensos.
Día 1. Austin - San Francisco
Cogimos un vuelo de Austin a San José muy temprano, y con el
cambio de hora llegamos a las 9 am, perfecto para aprovechar todo el día. Después
de coger un coche de alquiler nos dirigimos a San Francisco, y lo primero que
hicimos es dirigirnos al Golden Gate, el puente más representativo de la ciudad
y por supuesto estaba con niebla, aun
así impone. Realmente sorprende cruzar los tres kilómetros por esa estructura
de metal roja suspendida en el aire, tiene aceras a los lados para poder cruzar
andando o con bici. Paramos en uno de los miradores que hay para ver el puente.
Nos hicimos alguna foto y como ya habíamos pasado al otro lado, fuimos hacia
Sausalito, un puerto pesquero con casa flotantes que nos encantó. Comimos en un
mexicano muy típico, unos tacos de marisco deliciosos. Y seguimos hacia al parque
nacional Muir Woods, es asombroso que a tan solo 20 minutos de la ciudad de San
Francisco se encuentre este impresionante bosque de imponentes sequoias, árboles tan altos como edificios y perfectamente cuidado, muy recomendable.
Al volver paramos en el típico mirador para hacernos la foto
con el Golden Gate de fondo, había mucha niebla, pero puede que la vez que
menos de los días que estuvimos allí. Aquel lugar nos recordó a la película del
Planeta de los Simios y es que se rodó allí. De allí visitamos el Palacio de
las Finas Artes, un palacio que podriamos pensar que estamos en Roma o Grecia y
no en San Francisco. Estaba lleno de novios haciéndose fotos y es que era de
postal. Y ya de camino al hotel no pudimos evitar pasar por el barrio Alamo
Square y sus Pantied Ladies, la famosa casa de "Padres Forzosos", para los de mi
época y para los más jóvenes "Fuller House".
Día 2. San Francisco
Nos levantamos pronto, porque teníamos las entradas para
visitar la Prisión de Alcatraz a primera hora, y pudimos disfrutar de un amanecer
precioso delante de una bahía donde teníamos el hotel. Aparcamos sin problemas
en una calle cerca del Pier 33, donde sale el barco que nos llevaría a
Alcatraz, pero no pudo ser, nos dijeron que al haber tanta niebla debido a los
incendios, cancelaron las visitas al cerrar los parques naturales. Solo
ofertaban una excursión con barco alrededor de la isla, y después de la
desilusión, aceptamos barco… e hicimos el tour. Dimos la vuelta a la isla, que
impresiona, supongo que ver la prisión por dentro aun sería mas impactante.
Pasamos por debajo del Golden Gate, estuvo bien, aunque nos hemos quedado con
la espinita.
Y de allí fuimos al famoso Pier 39, un muelle lleno de
restaurantes y tiendas, donde podrías pasar horas y horas. Desde allí se pueden
ver cientos de los leones marinos, quedamos hipnotizados, parecía que estaban
posando. Y para comer fuimos al
Fisherman’s Wharf, otro muelle con mucho encanto, para probar el clam chowder.
Es una sopa de patatas y almejas que se sirve en un pan redondo que hace las
veces de cuenco y que puedes comerte, nos pusimos las botas. Y aquí acabó
nuestro gran día, porque al regresar al coche, nos encontramos con la luna
trasera rota del coche y nos habían quitado una mochila con una chaqueta, que
nos habíamos dejado. Después de llamar a la empresa del alquiler del coche y a
la policía, fuimos al aeropuerto y nos cambiaron el coche. Así que con el susto
en el cuerpo, regresamos al hotel.
Día 3. San Francisco – Monterey
Madrugamos para ver si la niebla nos daba una tregua, y
subimos a la colina de Twin Peaks, donde se ve toda la ciudad, pero fue
imposible, había mas niebla que nunca. Así que volvimos a bajar y visitamos el
Barrio de Castro, el centro de la comunidad gay, lleno de banderas multicolor
por todos lados y un ambiente agradable y abierto. Pasamos por Little Italy,
zona llena de restaurantes y locales italianos y fuimos al Barrio Chino,
impresionante, era como si nos hubiéramos teletrasportado a China. Otro sitio
que nos sorprendió fue el barrio Haight Ashbury, con tiendas con temática de
los años 70. Y volvimos al barrio de San Francisco más icónico, Alamo Square.
Una zona colorida que se caracteriza por sus casas victorianas con sus jardines
verdes y elegantes, las "The Painted Ladies". A comer fuimos al
Dowtown de San Francisco, y sobre todo para el postre visitamos la famosa
chocolatería Ghirardelli. Y como final, flipamos con las curvas empinadas de
Lombard Street, posiblemente la calle más emblemática de San Francisco, con sus
míticas curvas cerradas, su trazado serpenteante, sus flores y sus coches
esperando el turno para bajar por ella.
Nos despedimos de San Francisco, sabiendo que volveremos a
esta ciudad que nos ha gustado muchísimo pero queremos disfrutarla sin niebla a
poder ser. En menos de dos horas, llegamos a Monterey, donde pudimos ver el
atardecer en la playa y mojarnos los pies. Después dimos un paseo por Cannery
Row, es la parte más céntrica y turística de la ciudad. Y al hotel a descansar.
Día 4. Monterrey – Los Ángeles
Este día lo dedicamos a cruzar la Costa del Pacifico
bordeando toda la costa, y teniendo varias paradas establecidas para admirar
las playas y las vistas panorámicas. Y ha sido de lo mejor del viaje, hemos
disfrutado de los paisajes, de los acantilados y de la tranquilidad del poco
tráfico que te encuentras. Paramos en Point Lobos Natural Reserve, es una
reserva natural que consta de unas formaciones rocosas que salen del mar y que
forman un paisaje muy bonito con el verde de la vegetación. A veces se pueden
ver ballenas y leones marinos, aunque cuando fuimos solo vimos leones marinos. El
recorrido se conoce como el Big Sur y se localiza a lo largo de la carretera
escénica californiana Highway 1. Visitamos Carmel By The Sea que tiene una
playa espectacular rodeada de mansiones y encantadoras casitas, que parecen
sacadas del cuento “Hansel y Gretel”. En San Luis Obispo paramos a ver un hotel
llamado Madona Inn, no lo puedo explicar con palabras, la extravagancia llevada
a la máxima potencia. Es como si hubieran encargado la decoración a Dalí, a
Agatha Ruíz dela Prada, a la Barbie, a Pedro y Pablo Picapiedra y juntos.
Paramos a comer en Solvang, un pueblo fundado por un grupo
de daneses, la ciudad tiene un buen número de panaderías, restaurantes y
comercios que hacen que por momentos parezca que te encuentras en una población
escandinava, cuando en realidad estás en medio de California. La arquitectura
de muchas de las fachadas y edificios refleja el estilo tradicional danés e
incluso hay una copia de la famosa estatua de la Sirenita de Copenhague. Y
finalmente llegamos a Santa Bárbara es la última localidad importante antes de
llegar a Los Angeles, en la que dormimos. Su origen es otra de las misiones
fundadas por los españoles en California, por eso la arquitectura de Santa
Bárbara deja entrever una clara influencia española. Su muelle, el Stearn
Wharf, es una de las principales atracciones de Santa Bárbara junto con las
extensas playas que lo rodean. Vamos, que no nos importaría vivir por aquí.
Día 5 Los Ángeles- San Diego
Este día lo dedicamos a ver Los Ángeles, que aunque mis
hijos tenían unas ganas enormes por verla, todos los comentarios de la gente
que había venido eran negativos como, que es muy grande, que se pierde mucho
tiempo al volante, que hay muchos atascos, que es una ciudad muy fea, que no
hay mucho que ver… Es verdad que Los Ángeles es la ciudad menos atractiva, pero
Los Ángeles es la Meca del cine, una ciudad que ha convertido sus calles en
escenarios de película. Y si te organizas la ruta bien lo puedes ver todo en un
día, como hicimos nosotros.
Empezamos por la mañana en muelle de Santa Mónica, que se
adentra en las aguas del Pacífico durante una milla, 3 millas de arena, chavales atados a su tabla
de surf, archiconocidas casetas con sus musculados socorristas. En el Pier,
donde Forres Gump empezó a correr, finaliza la ruta 66 (ruta que estamos
estudiando para un próximo viaje…). Y de allí fuimos a ver Venice Beach, y su
barrio con canales al mas puro estilo de Venecia, con unas casa ideales donde
no dejas de reconocer que nos encantaría tener una casa aquí pero que va a ser
imposible por mucho que ahorremos, soñar es bonito y mirar es gratis. En Venice
beach también te encuentras la playa de los músculos o muscle beach, y pasas de
anhelar casas a anhelar cuerpazos.
Siguiente parada fue visitar Beberly Hills, no hicimos el
tour de las mansiones de los famosos, aunque me quedé con las ganas de ver la
casa de Sensación de Vivir o del Principe de Bel Air. Si que nos hicimos la
foto en el cartel y pasamos por Rodeo Drive, una de las calles comerciales de
Beverly Hills más conocidas y más lujosas de la ciudad. Para los terrícolas de
a pie, esta calle es famosa por la película Pretty Woman. Y de allí a ver el
Paseo de la Fama, kilómetros de estrellas del cine, de la música, de series de
televisión e incluso de dibujos animados. Hay varios teatros, el más conocido
es El Grauman Theatre de estilo chino.
No tiene nada especial que ver. Lo realmente curioso se encuentra justo
delante, con las huellas de pies y manos en el suelo de algunas de las
estrellas del celuloide más famosas.
Por supuesto fuimos a Hollywood Boulevard, un buen lugar
desde donde poder divisar el famoso letrero de Hollywood, que no es más que un
cartel. La tarde la dedicamos al Dowtown, pasamos por el Ayuntamiento, la Gran
avenida con el Walt Disney Hall y el edificio Dorothy Chandler Pavillion y
también pudimos entrar en la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, una
catedral totalmente diferentes a las nuestras, muy moderna.
Y aun tuvimos fuerzas para conducir dos horas y plantarnos
en San Diego, cenar y dormir, que nos lo habíamos ganado.
Día 6. San Diego
Empezamos en Sunset Cliffs Natural Park, un precioso parque
al lado del mar con unas vistas increíbles, de allí fuimos a La Jolla Cove, una
cala en la que hay diferentes playas para practicar todo tipo de deportes,
desde surf, submarinismo o natación. Nos dijeron que su fondo marino es muy
rico, y es un punto de atracción para actividades subacuáticas, aunque nosotros
no lo comprobamos pero si nos echamos fotos junto a cientos de morsas que
descansan tranquilamente tumbadas al sol. De allí fuimos a Pacific Beach en
Crystal Pier, la playa surfista por excelencia de San Diego, donde nos
relajamos un buen rato, mis hijos acabaron bañándose, la temperatura era buena
pero el agua esta congelada.
Comimos y por la tarde fuimos a La Isla de Coronado es
realmente una ciudad dentro del Condado de San Diego. Para cruzar a Coronado
Island pasas por un puente conocido comúnmente como Puente del Coronado, que cruza
la Bahía de San Diego. Las vistas mientras se cruza en coche son
impresionantes, tanto de la isla de Coronado, como de la ciudad de San Diego. Es
una de las zonas más caras por su ambiente exclusivo. Uno de los mayores
atractivos es el mirador hacia la Bahía de San Diego, desde donde se puede
disfrutar del espectacular skyline de la ciudad.
Para cenar fuimos al famoso barrio Gaslamp Quarter, ubicado
en el Downtown, es una zona con tiendas y restaurante y un gran ambiente, por la noche está iluminado por las farolas
de gas que encontramos en las aceras. La entrada principal se encuentra en el
cruce de la Quinta avenida con la calle L, donde encontramos el famoso arco que
nos invita a pasar y a descubrir todo lo que esconden sus calles. Vimos un
restaurante español, llamado Sevilla con su jamoncito y sus croquetas…mmm
Día 7. San Diego – Austin
Hoy nos quedaba toda la mañana para seguir disfrutando de
San Diego y fuimos primero a visitar el Parque Balboa, se trata de un gran y
extenso parque cultural de de 4,9 km2 y
que acoge una múltiple oferta cultural y lúdica con en 15 museos, teatros,
jardines, restaurantes, el Zoo de San Diego o zonas para practicar todo tipo de
deportes. Nosotros lo recorrimos con los famosos patinetes, y sí, seguimos
vivos.
También visitamos en el puerto donde la vinculación de San
Diego con el ejército y la marina de los Estados Unidos tiene su mayor
expresión en el antiguo portaaviones USS Midway, convertido hoy buque museo
desde 1992. Fue el barco de guerra más grande del mundo hasta 1955. Enfrente
del portaaviones nos encontramos con la famosa escultura “Unconditional
Surrender” que representa la Historia del Beso.
Nos despedimos de esta ciudad donde tienen el clima perfecto,
playas espectaculares, ambiente tranquilo pero a la vez inquieto y emprendedor,
rascacielos en el downtown y una conducción muy fácil y cómoda.
Y este ha sido nuestro viaje por la Costa Oeste que hicimos
en Thanksgiving, las vacaciones que tenemos por Acción de Gracias, he tardado
en publicar el post, porque he estado muy ocupada por trabajo y estudios, pero
no quería dejar de plasmar aquí este viaje que ha sido todo una experiencia para
nosotros y no vamos a olvidar. Y también para ayudar y dar ideas si alguien
tiene pensado una ruta similar, espero que os sirva.
See you soon!!